La misión de la Orden de Malta está expresada en los dos principios meridianos de su carisma: la preservación, protección y testimonio de la Fe y el servicio a los enfermos, pobres y necesitados. La base fundamental de la Fe es el conocimiento y la vivencia de la palabra de Dios revelada en las Escrituras. Todos los Miembros de la Orden deben comprometerse profundamente en estar en consonancia con la Iglesia, familiarizados con las reglas de la Orden para comprender cabalmente su misión y encontrar su lugar en ella.
La vida de los fieles debe estar marcada por una relación vital con Jesucristo, la Palabra de Dios hecha carne a través del Espíritu Santo. Conocer a Cristo es más que un proceso intelectual. El cristiano crece viviendo y rezando con la Iglesia, frecuentando los sacramentos, en especial el de la Reconciliación y la asidua recepción de la Santa Eucaristía. Estas prácticas religiosas capacitan a los miembros de la Orden para revestirse con la armadura de la luz, vivir las virtudes y para recibir los dones del Espíritu Santo. Por lo tanto, la preparación espiritual va en concordancia con una vida espiritual muy activa. La oración en sus diversas formas y el discernimiento son necesarios para encontrar la voluntad de Dios en las decisiones personales y en las propias de la Orden.
Para materializar esta formación, la Asociación Argentina, con el acompañamiento de Capellanes, Presbíteros y otros fieles, lleva adelante diferentes Ciclos de Espiritualidad, con una armonía e integración entre si, de manera que los Caballeros, Damas y voluntarios puedan fortalecer su vida de fe.