Nuestra misión

La Orden de Malta ha sido una orden religiosa desde 1113, año en que fue reconocida por el Papa Pascual II. Está vinculada a la Santa Sede, pero al mismo tiempo es independiente como soberano sujeto de derecho internacional.
El carácter religioso de la Orden de Malta convive con su plena soberanía.
Es decir, es una orden religiosa laica y un sujeto de derecho internacional, ya que la Soberana Orden de Malta mantiene relaciones diplomáticas con 104 Estados y la Unión Europea, y tiene un sitio de observador permanente en las Naciones Unidas. Es neutral, imparcial y apolítica.
Fundada en Jerusalén en el siglo XI, la Orden de Malta tiene una larga historia de defensa de la fe, de servicio a las personas vulnerables y asistencia a los enfermos bajo sus lemas: Tuitio Fidei et Obsequio Pauperum.

Esta historia de más de 900 años se refleja en su nombre completo: Soberana Militar y Hospitalaria Orden de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta.
Cuando los cruzados llegaron en 1099 a Jerusalén, el Beato Gerardo y sus seguidores estaban a cargo del Hospital de San Juan Bautista, edificado alrededor de 1050 para atender a los peregrinos que llegaban a Tierra Santa, así como a las poblaciones autóctonas, cristiana, judía o musulmana.

La Orden tuvo que asumir la defensa de los enfermos, de los peregrinos y del territorio cristiano. Su vocación es hoy en día cristiana y humanitaria, pues su papel militar cesó con la pérdida de su territorio en 1798.
La Cruz de ocho puntas representa las ocho Bienaventuranzas y es así un recuerdo visual de su compromiso y espiritualidad.
Desde 1834 Roma ha sido sede de gobierno de la Orden.
La Orden de Malta está presente en 120 países, difundiendo las virtudes cristianas de la caridad y de la hermandad, realizando obras de misericordia con enfermos y los más necesitados y excluidos de la sociedad, sin distinción alguna de religión, raza, origen ni edad.
Lleva adelante actividades en el campo hospitalario, incluida la asistencia social y sanitaria, y a favor de las víctimas de calamidades excepcionales y de guerras.
Está especialmente involucrado en ayudar a personas que viven en medio de conflictos armados y desastres naturales, proporcionando asistencia médica, cuidado de los refugiados y distribución de medicamentos y equipo básico para la supervivencia.
La Orden de Malta tiene 24.000 miembros y un Cuerpo de Voluntarios de 83.000 personas.
No persigue ningún objetivo económico o político y no depende de ningún otro Estado o gobierno.

Desde 1048 hasta nuestros días

El nacimiento de la Orden se remonta aproximadamente al año 1048. Mercaderes de la antigua república marinera de Amalfi obtuvieron del Califa de Egipto el permiso para construir en Jerusalén una iglesia, un convento y un hospital para asistir a los peregrinos de cualquier fe o raza.

La Orden de San Juan de Jerusalén – la comunidad monástica que dirigía el hospital – se hizo independiente bajo la dirección de su fundador, el Beato Gerardo. Con la bula del 15 de febrero de 1113, el Papa Pascual II aprobó la fundación del hospital y lo puso bajo la tutela de la Santa Sede, con derecho a elegir libremente a sus superiores sin interferencia de otras autoridades laicas o religiosas.

En virtud de aquella bula el hospital se transforma en orden laica religiosa. Todos los Caballeros eran religiosos, atados por los tres votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia.

La constitución del reino de Jerusalén en el marco de las Cruzadas obligó a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos y los peregrinos, y a proteger sus centros médicos y las principales vías de comunicación. A la misión hospitalaria de la Orden se sumó pues la defensa de la fe. Con el tiempo, la Orden adoptó la cruz octagonal blanca que sigue siendo hoy en día su símbolo.

Tras la caída de San Juan de Acre y la pérdida de la Tierra Santa en 1291, la Orden Hospitalaria de San Juan estableció su sede y su hospital en Limassol, en la isla de Chipre, donde había estado presente desde 1210 gracias a la concesión de importantes propiedades, privilegios y derechos comerciales.

Siguió construyendo nuevos hospitales, fiel a su misión hospitalaria, y aprovechó la posición estratégica de la isla para organizar una flota naval que protegiera a los peregrinos en la ruta marítima hacia la Tierra Santa. Los miembros siguieron llegando de toda Europa, contribuyendo así a reforzar la estructura de la Orden, que pudo hacer nuevas adquisiciones en la orilla mediterránea. Entre ellos, el importante puerto de Famagusta, la ciudad de Nicosia y numerosas Encomiendas.

Dada la creciente inestabilidad en Chipre, que limitó su expansión en la isla, los Hospitalarios consideraron más adecuado establecer la sede de la Orden de San Juan en la isla de Rodas. Sin embargo, los Lugartenientes Magistrales mantuvieron su presencia en Chipre, dirigiendo los Prioratos y Encomiendas (según se dice, más de 60 en 1374) durante un siglo más hasta mediados del siglo 15, cuando los Caballeros fueron llamados a la sede conventual de Rodas.

Bajo la dirección del Gran Maestre Frey Foulques de Villaret, en 1307, los Caballeros de la Orden de San Juan llegaron con su flota a Rodas, completando la adquisición de la isla en 1310 cuando transfirieron allí su sede. Además de ofrecer un puerto natural a su flota, la isla presentaba una posición privilegiada, un vínculo entre el mundo oriental y el mundo occidental.

Desde aquel momento, la defensa del mundo cristiano exigió la organización de una fuerza naval. La Orden formó una potente flota y empezó a surcar el Mediterráneo oriental, defendiendo la Cristiandad en numerosas y célebres batallas.

La independencia de la Orden frente a otros Estados concedida en virtud de decretos pontificios, junto con el derecho, universalmente reconocido, de mantener y armar fuerzas militares, constituyó la base de la soberanía internacional de la Orden.

A principios del siglo XIV las instituciones de la Orden y los Caballeros que acudían a Rodas procedentes de toda Europa se agruparon según los distintos idiomas que hablaban. Inicialmente fueron siete los grupos de Lenguas: Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón-Navarra, Inglaterra (con Escocia e Irlanda) y Alemania. En 1462 Castilla y Portugal se separaron de la Lengua de Aragón para constituir la octava Lengua. Cada Lengua comprendía Prioratos o Grandes Prioratos, Bailiajes y Encomiendas.

La Orden estaba gobernada por el Gran Maestre (Príncipe de Rodas) y por el Consejo, acuñaba moneda y mantenía relaciones diplomáticas con otros estados. Los otros cargos de la Orden se conferían a los representantes de las diversas Lenguas. La sede de la Orden, el Convento, estaba integrada por religiosos de diversas nacionalidades.

Después de seis meses de asedio y de crueles combates con la flota y el ejército del Sultán Solimán el Magnífico, los Caballeros se vieron obligados a rendirse en 1523, abandonando la isla de Rodas con honores militares.

La Orden quedó sin territorio hasta 1530, cuando el Gran Maestre Frey Philippe de Villiers de l’Isle Adam tomó posesión de la isla de Malta, cedida a la Orden por el Emperador Carlos V, con la aprobación del Papa Clemente VII. Se decidió que la Orden permanecería neutral en las guerras entre naciones cristianas.

En 1565 los Caballeros, a las órdenes del Gran Maestre Frey Jean de la Valette, defendieron la isla durante el Gran Asedio Turco, que duró más de tres meses.

Después de esta victoria se construyeron la ciudad y el puerto de La Valetta, que recibieron el nombre del Gran Maestre, su fundador. Los Caballeros transformaron Malta con grandes proyectos urbanísticos: se construyeron palacios e iglesias, así como enormes bastiones defensivos y varios jardines. La arquitectura prosperó, así como el patrimonio artístico. En la isla se erigió un nuevo y gran hospital, considerado uno de los mejor organizados y más eficaces del mundo. Igualmente se fundó una escuela de anatomía, a la que siguió la facultad de medicina. La Orden contribuyó particularmente al desarrollo de la oftalmología y la farmacología.

Además de estas actividades, la flota de la Orden de Malta participó en las maniobras más importantes del Mediterráneo en la lucha contra la flota otomana y los piratas norteafricanos.

La flota de la Orden participó en la Batalla de Lepanto en 1571, contribuyendo a la victoria de las fuerzas cristianas contra la expansión del Imperio Otomano en Europa.

Dos siglos después, en 1798, Napoleón Bonaparte ocupó la isla durante la campaña de Egipto por su alto valor estratégico. Los Caballeros, que tenían prohibido por la Norma de la Orden alzar las armas contra otros cristianos, se vieron obligados a abandonar Malta. El Tratado de Amiens, firmado en 1802, que establecía el derecho soberano de la Orden sobre la isla de Malta, no fue jamás aplicado.

Después de residir temporalmente en Messina, Catania y Ferrara, en 1834 la Orden se estableció definitivamente en Roma, donde posee, con garantía de extraterritorialidad, el Palacio Magistral en via Condotti 68, y la Villa Magistral en la colina del Aventino.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, la misión original de asistencia hospitalaria volvió a ser la actividad principal de la Orden, reforzándose aún más a lo largo del último siglo, gracias a la contribución de las actividades de los Grandes Prioratos y de las Asociaciones Nacionales presentes en numerosos países del mundo. La actividad hospitalaria y caritativa se desarrolló a gran escala durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial bajo la dirección del Gran Maestre Frey Ludovico Chigi Albani della Rovere (1931-1951).

Bajo los Grandes Maestres Frey Angelo de Mojana di Cologna (1962-1988) y Frey Andrew Bertie (1988-2008), los proyectos se intensificaron hasta llegar a las regiones más remotas del planeta.

Para saber más sobre las actividades actuales de la Orden en el mundo, sírvase visitar la sección Actividades médicas y humanitarias de nuestro sitio Web internacional.

Santos, Beatos, Siervos y Venerables de la Orden

Santos

Religioso y Prior de la Orden de San Juan en Portugal.

Nació en Cernache do Bomjardin, Portugal, en 1360.Era primo del fundador de la familia real de Braganza y a los
23 ingresó a la Orden. A los 25 años, mientras servía al Rey Juan I como Comisario, derrotó al enorme ejército invasor castellano, asegurando la independencia de Portugal.

Luchó denodadamente como Constable por su patria, por lo que es considerado “héroe nacional”. Fue muy generoso y caritativo con los pobres y, ya alejado de la Corte, se convirtió en humilde hermano laico de la Orden Carmelita, donde se destacó por su devoción a Nuestra Señora.

Nació en Castello di Calcinaia, Pisa, en 1136. Sus humildes padres le enseñaron la obediencia y el amor al silencio que practicaban. A los 14 años, vio a un ángel que le ordenó ingresar al convento de las Hermanas de San Juan de Jerusalén de Carraia. Vivió en el convento, dando ejemplo de oración continua, penitencia severa, flagelos,
ayunos y abstinencias. Su comportamiento estaba basado en virtudes fundamentales: humildad, obediencia y bondad. Siempre fue afable y mansa.

Su rostro sonriente no tenía rastro de sus mortificaciones: vivía en la contemplación y compañía de Jesús, María y los santos. Durante años atendió las necesidades de las hermanas, de los pobres y los enfermos que se alojaban en la enfermería.

Giovanni Battista Montini nació en Concesio en 1897. A los 19 años ingresó al seminario de Brescia. Entre sus labores pastorales estuvo la de enseñar, luchar por los problemas sociales, acercar los trabajadores industriales a la Iglesia, y la renovación de la vida litúrgica.

Fue elegido Papa el 21 de junio de 1963, tomando el nombre de Pablo VI. Reanudó el Concilio Vaticano II. Durante su carrera desarrolló diversos escritos entre los que se encuentran encíclicas como Ecclesiam suam, que habla sobre los caminos que debe seguir la iglesia y Humanae Vitae, sobre el control de la natalidad.

Santa Flora nació en Maurs, Francia, alrededor del 1300. A los 13 años ingresó al convento de las Hermanas de San Juan de Jerusalén en Beaulieu, donde se dedicó a atender a enfermos y peregrinos. Durante su vida afrontó duras pruebas espirituales al igual que fue premiada con grandes gracias y experiencias místicas.

Tenía una devoción especial a Cristo crucificado, a Ntra. Sra. de la Anunciación y a San Juan Bautista, Patrono de la Orden. Entre las experiencias que vivió, tenía la sensación de
una cruz de madera en su cuerpo de la que pendía el cuerpo del Salvador, que le provocaba sangrados bucales y por una herida en su costado.

Nacido en Sicilia en 1135, se unió como Caballero a la Orden de San Juan de Jerusalén, junto a su hermano Ferrandino. Pronunciaron votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia y de “permanecer en armas” para dedicarse a confortar a los afligidos, asistir a los peregrinos y enfermos y defender los territorios cristianos de Tierra Santa, donde fue martirizado en 1187.

Según la tradición fue capturado durante la desastrosa batalla de The Horns of Hattin y al negarse a abjurar de la fe, fue decapitado junto a otros en presencia del Sultán Saladino. Se le conoce como San Nicasio Mártir.

Nació en 1280 en Zevio, cerca de Verona, Italia. Se casó con Albert Canoculi, y juntos se dedicaron a asistir a los pobres. Después de la muerte temprana de su esposo, vendió todos sus bienes y los dio a los pobres. Pasaba sus días en oración, contemplación y obras corporales de misericordia. Todas las mañanas visitaba el hospicio de Verona de la Orden de San Juan de Jerusalén para visitar a los enfermos y los pobres y lavarse los pies.

Recibió el hábito de las Hermanas Hospitalarias de la Orden de San Juan de Jerusalén, y dedicó el resto de su vida a la oración y al cuidado de los enfermos dentro de la Orden.

Nació en 1168 en Alessandria, Italia, y abandonó su su carrera en las armas a los 20 años, enviado a cuidar a los enfermos en el hospital del complejo de San Giovanni di Pré en Génova, donde los peregrinos iban y venían de Tierra Santa.

Se distinguió por su bondad y su caridad hacia los pobres. Asistía a los enfermos con consuelo humano, espiritual y económico. Cuando fallecían, les daba sepultura con sus propias manos. Uno de los rasgos representativos de su espiritualidad, junto a su amabilidad, modestia y piedad, fue su fe. Con ella era capaz de mover montañas.

Practicaba la penitencia y el ayuno y era famoso por los poderes milagrosos sobre los elementos naturales.

Angelo Giuseppe Roncalli, nació en Lombardía en 1881. Se ordenó sacerdote en 1904 y fue Bailiff de la Soberana Orden de Malta. Su intervención para socorrer a los judíos de la persecución nazi mientras servía como Delegado Apostólico del Vaticano en Turquía durante la II Guerra Mundial fue distintiva.

Fue elegido Pontífice el 28 de octubre de 1958, con el nombre de Juan XXIII. Convocó el Concilio Vaticano II, el I Sínodo de la Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico. Escribió 8 Encíclicas entre las que se destacan Mater et Magistra y Pacem in terris. Imagen del “Buen Pastor”: manso y gentil, emprendedor y valiente, sencillo y activo, su lema fue: Obedientia et pax.

Beatos

Miembro de la Soberana Orden de Malta, nació en 1878 en Oldemburg, Alemania. Creció en el seno de una familia numerosa y muy creyente. Ordenado en 1904, realizó labores pastorales en Münster y Berlín donde vivió los tiempos difíciles de la Primera Guerra Mundial. Como Obispo eligió el lema Nec laudibus, nec timore (ni por alabanzas ni por amenazas me desviaré de los caminos de Dios).

Fue elegido por Pío XI en 1937 para preparar la encíclica Mit Brennender Sorge, contra la doctrina racial de los nazis. En 1946 el Papa Pío XII lo elevó a Cardenal por su intrépida resistencia contra el nazismo. Fue un hombre de fe profunda y piadoso, conocido como “El león de Münster”.

Nació en Villamagna, en 1174, proveniente de familia humilde. De joven se unió a un caballero cruzado que marchaba a Tierra Santa, donde prestó servicio como Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén. Sufrió muchas calamidades antes de regresar a Italia. En Asís vistió el hábito de la Tercera Orden de la mano de San Francisco. Siguiendo su ejemplo entregó sus bienes a los pobres y se retiró a un tugurio, donde se entregó a la vida de penitencia y de oración, acogiendo a peregrinos y asistiendo a enfermos. Su fama de santidad se extendió por la Toscana y Dios le concedió carismas extraordinarios.

Obispo, mártir, Capellán de la Soberana Orden de Malta. Nació en 1892 en Segesvár, Hungría. El lema de su escudo episcopal era «La cruz fortalece al débil y hace humilde al fuerte». Al final de la Segunda Guerra Mundial, ante los ataques aéreos, abrió su casa a todos aquellos desprotegidos. Cuando las tropas rusas entraron en la ciudad en
1945, muchas mujeres y religiosas se refugiaron en su residencia episcopal.

Un Viernes Santo, soldados rusos llegaron a la residencia y exigieron llevarse a las mujeres. El obispo Apor se negó y se colocó delante de ellas, siendo herido por un disparo de los rusos, que huyeron. Cayó en gran agonía, muriendo a los tres días.

Fue Caballero de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Llegó a Sicilia en tiempos del emperador Federico II Barbarroja, y se estableció cerca de la pequeña Iglesia de Madonna del Tempio, de la cual fue custodio. Se hizo protector de las viudas y de los niños huérfanos, al mismo tiempo que practicaba ásperas penitencias. Murió lleno de méritos; sus reliquias son veneradas en la Basílica de San Giacomo Maggiore de Caltagirone en Sicilia.

Caballero de Devoción de la Soberana Orden de Malta y Terciario Dominico en la Fraternidad de Oxford. Nació en 1476, primo de Ana Bolena, Juez de Paz del Condado de Oxford, Caballero de la Orden de Bath en 1503. Participó en las guerras de Inglaterra contra Francia en 1513 y 1523. Hombre de gran espiritualidad fue decapitado en 1539, en Tower Hill, Londres, acusado de alta traición, sin juicio, por un acto del Parlamento que condenó a 50 personas que se oponían a las políticas eclesiásticas de Enrique VIII. Se convierte en mártir ya que al haber rechazado el juramento de fidelidad al Rey como jefe de la Iglesia, muere por defender su fe.

Sir David Gunstan (Gonson) era miembro de una familia naval inglesa. Fue recibido en la Orden de San Juan en el English Auberge en Malta en 1533. Sirvió en los barcos de la Orden en el Mediterráneo hasta 1540, cuando regresó a Inglaterra. Llegó allí en octubre, después de que Enrique VIII haya suprimido la Orden de San Juan en su reino mediante una Ley del Parlamento de 1540. Fra’ David fue encarcelado en la Torre de Londres y condenado a muerte por una Ley del Parlamento en 1541, por negar la autoridad del Rey en asuntos espirituales. Fue ahorcado y descuartizado en St. Thomas Waterings, Southwark.

Nació en Roma en 1880 y fue Bailiff Gran Cruz de Honor y Devoción de la Soberana Orden de Malta. Ingresó en el monasterio benedictino de San Pablo Extramuros cuando tenía 11 años. Hizo su profesión solemne en 1902. Después de estudiar filosofía en Sant ‘Anselmo (Roma) y teología en la Abadía de San Pablo, fue ordenado sacerdote en 1904. El Papa Pío XI lo nombró arzobispo de Milán en 1929 y luego Cardenal. Escribió “Liber Sacramentorum”. Defendió a todo aquel que estuviera en peligro independientemente de su pensamiento político. Dio todo hasta quedar sin nada. Su causa de canonización fue presentada en 1957 por su sucesor, el arzobispo Giovanni Battista Montini, futuro Papa Pablo VI. Cuando se abrió su tumba en enero de 1985, su cuerpo estaba intacto.

Nació en 1250 en Imola, Italia, en la familia Linasio. Abogado en Romagna en 1297, medió entre los Guelph (autoridad papal de apoyo) y los Gibelines (que apoyan a la autoridad imperial), la lucha militar y política extremadamente perturbadora entre el Papa y el Sacro Emperador Romano. Se convirtió en Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén y fue elegido Gran Prior en Roma. Dedicó gran energía al cuidado de los enfermos en Florencia. Fue enterrado en la Iglesia de Santiago en el Campo Corbolini.

1040-1120. Peregrinó a Jerusalén, donde existía un hospicio para las personas que deseaban visitar los lugares sagrados cristianos. Se hizo cargo del lugar y lo convirtió en un hospital para asistir a losenfermos y peregrinos. Luego, posterior al 1100 fundó la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El 15 de febrero de 1113, el Papa Pascual II aprobó solemnemente la Orden.

Las Cartas apostólicas, Pie Postulatio Voluntatis, estaban dirigidas a Gerard, fundador y alcaide del hospicio en Jerusalén y a sus legítimos sucesores. Concibió el principio de que los enfermos y los pobres eran los “señores” de los miembros de su Orden y los miembros eran sus “siervos”, bajo la obligación de rendir la misma devoción y reverencia que los señores seculares recibirían de sus mentores.

Nació en 1887. Recibió una educación expresamente católica y desde su niñez fue acompañado con la oración en grupo y después de su muerte fue creada la Liga de oración del emperador Carlos por la paz de los pueblos.

Cuando fue coronado Rey apostólico de Hungría, lo vio como un camino para seguir a Cristo: en el amor por los pueblos a él confiados, en el cuidado por su bien y en la donación de su vida por ellos. Fue conocido por estar comprometido con la paz. Murió el 1 de abril de 1922.

Venerables y Siervos de Dios

Eugenio María Giovanni Pacelli nació en Roma en 1876. Fue catedrático de Derecho canónico en el Instituto Pontificio del Apollinaire y de diplomacia eclesiástica en la Academia de Eclesiásticos Nobles en Roma. Fue nombrado Papa el 2 de marzo de 1939 como Pío XII. Realizó peticiones por la paz y luchó contra el totalitarismo. Protestó contra muchas acciones de los gobiernos alemán e italiano, e intercedió en el bombardeo de la ciudad del Vaticano por los alemanes en 1943. Proclamó el Dogma de la Asunción de María en 1950. Descubrió la tumba de San Pedro en la cripta debajo de la Basílica de San Pedro. Entre sus encíclicas se encuentra Mediator Dei, con la que asentó las bases para la renovación del culto católico.

Sancha de Castilla y Polonia. 1158, Huesca, XI. 1208. Infanta de Castilla. Hija del Rey Alfonso VII de Castilla, se casó con Alfonso II “el Casto”, rey de Aragón en 1174 en la Catedral de Zaragoza. Piadosa señora edificó en 1188 el Monasterio de Sijena para la sepultura de las personas reales, dedicando el Convento a religiosas nobles de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén. Aquí estableció la vida contemplativa, siendo la Reina reconocida como fundadora de las madres Comendadoras de San Juan de Jerusalén. Cuando murió el Rey y lo sucedió su hijo Pedro II, la Reina viuda tomó los hábitos y vivió como humilde religiosa hasta 1208 que murió con fama de virtud y santidad. Su retrato en el Monasterio la muestra con el manto de la Orden, la cruz al pecho, la corona regia en la cabeza y el rosario en la mano.

Nació en Londres en 1929. Educado en el Benedictine Ampleforth College, se graduó en Historia Moderna en la Universidad de Oxford. Estudió en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres. Realizó el servicio militar en la Guardia Escocesa. Fue catedrático de Lenguas Modernas en la Worth School en Sussex. Ingresó a la Soberana Orden de Malta en 1956, tomó votos religiosos solemnes en 1981 y sirvió en el Consejo, antes de ser elegido Gran Maestre en 1988. Organizó cambios dentro de la Orden, modernizó sus programas humanitarios, aumentó el número de miembros y extendió las posibilidades de ayuda a pobres y necesitados en regiones remotas.
La Orden de Malta creció exponencialmente durante su gestión, donde sus miembros dicen que dejó un legado de “humildad y servicio desinteresado”.

Caballero de la Orden de Malta, nació en Londres en 1865, fue arzobispo titular de Nicea y presidente de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos, Secretario de Estado durante el papado de Pio X y por último secretario de la Sagrada Congregación del Santo Oficio. 

Mártir durante la Segunda Guerra Civil Española. Nació en Cuenca en 1811 y murió en Guadalajara. En 1826 fue Concepcionista en el Convento del Caballero de Gracia, en Madrid, donde empezó a correr la fama de sus milagros: las llagas del costado, manos y pies siendo todavía novicia. El pueblo le llamó monja de las llagas. Se ha iniciado su beatificación por su virtud y hechos extraordinarios que rodearon su vida.

Mártir durante la Guerra Civil Española, se encuentra en proceso de beatificación. La misión de las religiosas jerosolimitanas es glorificar a Dios a través de la santificación personal; observar el Santo Evangelio, la Regla y la Constitución; ejerciendo la hospitalidad de acuerdo con la clausura papal y rezando para la santificación de los Caballeros de la Orden de Malta.

Mártir, Prior de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, declarado culpable de alta traición en 1539 y decapitado en Tower Hill, junto con el Beato Sir Adrian Fortescue. Fue acusado, junto con Robert Granceter, comerciante, de “ir a varios príncipes extranjeros y persuadirlos para hacer la guerra con el Rey”. No tuvo juicio, y ninguna prueba de prácticas traidoras jamás se trajo contra él. En el mismo proyecto de ley se incluyeron muchas otras víctimas inocentes de la tiranía de Henry VIII. 

Emperatriz de Austria y Reina de Hungría. Nació en 1892 en Camaiore. Esposa del Beato Carlos I de Austria. Ejemplo admirable de fe y esperanza ante las pruebas y confianza inquebrantable en la divina Providencia. Modelo de amor y fidelidad conyugal, maestra de educación cristiana. Ejerció el servicio y la asistencia al prójimo, supo acoger en su
corazón a todos, especialmente a los más pobres. Las autoridades austríacas permitieron que fuese enterrada en la cripta imperial del Convento de los Capuchinos de Viena, el panteón de los emperadores de la Casa de Habsburgo.