En la “Casa de la Bondad” se recibe y cuida con ternura a personas pobres y desamparadas, que requieran cuidados paliativos, buscando aliviar el dolor, para que puedan irse en paz. Llegamos a conocer esta maravillosa obra por la necesidad de uno de nuestros más queridos asistidos: Angel Maciel.

El año pasado, voluntarias, médicos y enfermeras del hospice lo acogieron con cariño y dignidad hasta el final.

La Asociación, ante serias dificultades económicas que enfrentaba el hospice, hizo entrega de una donación por la suma de $ 250.000.-, que fueron destinados a sostener los cuidados paliativos que se llevan a cabo en la Fundación.