Exposición > Ciencia > Imágen – Estudio y análisis de la figura
Desde el inicio de la “sindonología”, lo científicos intentan comprender el origen de la figura de la Sábana Santa. Descartan que sea un cuadro, dado que, entre otros motivos, no se hallaron ni pigmentos de colores ni trazos de pincel.
La imagen de la Sábana Santa se asemeja a una proyección bidimensional como lo que sucede en una fotografía. Por este motivo, no es posible que la imagen sea una impresión natural o artística que se logra al apoyar la Sábana en un cuerpo tridimensional, porque, en este caso, se hubieran distorsionado necesariamente las proporciones del cuerpo. Con excepción de la sangre y el suero, en la parte posterior de la Sábana Santa no hay nada que permita concluir que hay restos de rastros visuales que se filtraron o que atravesaron el lienzo de alguna otra manera.
Hasta la fecha, no se ha logrado reproducir de manera “artesanal” la imagen. Fracasaron todos los intentos de imitarla: Las características físicas y químicas no guardan relación con las de la Sábana Santa. Todas las imitaciones que se intentaron hacer no logran reproducir ni la información tridimensional ni las características de negativo fotográfico del original. Cabe mencionar, asimismo, que la imagen recién debe haber aparecido después de que se originaron las manchas de sangre. No se puede identificar debajo de estas manchas ningún descoloramiento que haya generado una imagen. También resulta llamativo que la Sábana Santa no tenga signos de putrefacción.

Detalle de la Sábana Santa bajo el microscopio. Claramente se observa
que solo las fibras superiores están amarillentas.
Cada uno de los hilos de la Sábana está compuesto de unos 70 a 120 fibras tan finas como un capilar. Sin embargo, solo la superficie de unas pocas fibras, y solo de algunos hilos, ubicados en una zona de un micrómetro (aprox. 1/10 del espesor de un cabello) se ve afectada por este color amarillo fuerte. La oxidación y la consiguiente falta de oxígeno son las causantes de esta capa amarillenta sumamente delgada. Otras investigaciones permiten suponer que la figura surgió a partir de la impresión tridimensional provocada por una radiación, que se originó en el cuerpo y que impactó en la Sábana de forma horizontal. En este punto, probablemente resulte imposible explicar el origen de este fenómeno solo desde una perspectiva científica.
Del informe final de »Shroud of Turin Research Project« (STURP), 1983: »El consenso científico es que la imagen es resultado de algo que provocó la oxidación y la deshidratación de las microfibras del lino. Estos cambios pueden producirse por ciertos procesos químicos y físicos. Sin embargo, no se conocen métodos químicos o físicos que puedan dar acabada cuenta de la imagen. Tampoco la imagen puede ser explicada adecuadamente en ninguna combinación de circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas«.
Los físicos estadounidenses Eric Jumper y John Jackson analizaron en 1977 una fotografía de la Sábana Santa utilizando el procedimiento especial de análisis de imágenes VP8, que se desarrolló específicamente para fotografías en el espacio. La computadora elabora una ficha de luminosidad según la distancia en la que se encuentra un objeto respecto del objetivo, en valores que van del negro (=0) al blanco (=255).

Fotografía 3D de la Sábana Santa tomada en 1978 con la computadora especial para análisis de imagen VP8, editada por Giovanni Tamburelli.
Cuando el resultado se visualizó línea por línea en el monitor de la computadora, los dos científicos se asombraron.
Apareció la imagen tridimensional perfecta de un hombre acostado. ¿En qué consiste la información tridimensional que brinda la Sábana Santa en una única fotografía? La computadora calculó que los distintos grados de intensidad, es decir, los diversos valores oscuros de la imagen de la persona que presenta la Sábana Santa, se correspondían con exactitud con la distancia de la Sábana Santa respecto del cuerpo que contenía. Esta relación mostró un relieve vertical como resultado de los cálculos. Una visualización tridimensional de este tipo no hubiera sido para nada posible si se tratase de una fotografía normal o de un cuadro. Se descubrió que todo lo que hubiera estado alejado más de 4 cm de la Sábana Santa no se habría impreso en ella. Giovanni Tamburelli y su equipo de la Universidad de Turín mejoraron una vez más, a partir de 1978, la calidad de la imagen de esta representación tridimensional.

La intensidad de las impresiones corresponde exactamente de la distancia de la
tela a un cuerpo humano (Prof. J. Jackson, 1976)
La moneda de Pilato
En 1978 el físico Dr. Eric Jumper descubrió en una de las imágenes en 3D de la computadora VP8 dos objetos extraños redondos en la zona de los ojos del “Hombre en la Sábana”. Posteriormente, el padre P. Francis Filas (S.J.) investigó en 1982 la ampliación de una fotografía profesional en blanco y negro que se tomó del rostro. Reconoció que los objetos extraños redondos eran monedas.
Es más, en las monedas identificó, incluso, las letras (Y CAI) y una especie de báculo. Un numismático fue quien luego encontró una pequeña moneda romana del mismo diámetro, con un báculo del augur y una inscripción en griego: “TIBERIOY KAICAROC”. Esta moneda era originaria Judea, dedicada al emperador Tiberio y acuñada por el gobernador Poncio Pilato entre los años 29 y 32 d. C. Poco después se descubrieron las mismas monedas con un defecto de gravado. En vez de la K griega (“Kappa”) en KAICAROC (palabra griega que significa “emperador”), el acuñador utilizó por error la letra latina C de “César” (palabra latina para “emperador”): “TIBERIOY CAICAROC”. La inscripción “Y CAI” que descubrió el padre Filas, podría ser en teoría una imagen parcial de una moneda defectuosa. El padre Filas se ganó el reconocimiento y la crítica de los sindonólogos después de publicar el resultado de sus investigaciones.
Mientras algunos investigadores de la Sábana Santa consideran que es bastante probable que los objetos pequeños y redondos ubicados en los ojos del “Hombre en la Sábana” sean monedas, otros tienen dudas sobre si realmente son letras lo que se puede ver en la forma y en el espesor irregulares de los granos plateados que se observan en una vieja ampliación en blanco y negro. A pesar de que el descubrimiento de la “moneda de Pilato” es un hecho fascinante, no se han realizado más investigaciones que puedan confirmar la hipótesis del padre Filas.